Los ácidos grasos omega-3 pertenecen a una familia de ácidos grasos poliinsaturados. Desempeñan un papel importante en diversas funciones corporales.
Los ácidos grasos omega 3 EPA y DHA se encuentran en el pescado azul (salmón, atún, trucha…). También se encuentra en los mariscos, especialmente en los crustáceos (por ejemplo, cangrejo, mejillones, ostras).
También hay ALA, otro tipo de omega-3, en otros alimentos como en los aceites vegetales (por ejemplo, de colza, de soja). Los ácidos grasos omega-3 también pueden tomarse en forma de suplementos. Por ejemplo, los suplementos de aceite de pescado contienen EPA y DHA y el aceite de linaza contiene ALA.
Podrías necesitar Nuestro suplemento Omega 3 + KRILL es rico en astaxantina, un antioxidante del aceite de Krill que es 8 veces más potente que los aceites de pescado convencionales. También tiene un alto contenido de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA).
Nuestra formula apoya al mantenimiento de la vision, huesos y músculos.
Sommaire
7 datos sobre el Omega-3
- Un estudio que investigaba la correlación entre una dieta rica en marisco (crustáceos) y las enfermedades cardíacas descubrió que las personas que comían marisco al menos una vez a la semana tenían menos probabilidades de morir de una enfermedad cardíaca que las que comían poco o nada.
- Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses recomiendan que los adultos consuman un mínimo de 200 g de mariscos a la semana. Esto se debe a que aportan una gran variedad de nutrientes, incluidos los ácidos grasos omega-3. Las cantidades recomendadas para losniños pequeños son menores. Existen recomendaciones especiales para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.
- Los mariscos ricos en EPA y DHA pueden añadirse a una dieta cardiosaludable. Sin embargo, no se ha demostrado que los suplementos de EPA y DHA prevengan las enfermedades cardíacas. En 2012, dos grupos de investigadores estudiaron los efectos de los suplementos de EPA y DHA sobre el riesgo de cardiopatías. Un grupo analizó únicamente estudios de personas con antecedentes de cardiopatías. El otro analizó estudios de personas con y sin antecedentes de cardiopatías. Los resultados, sin embargo, no mostraron pruebas sólidas de que los suplementos prevengan las cardiopatías.
- Una revisión de 2012 basada en artículos científicos concluyó que el EPA y el DHA, los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el pescado, los mariscos y el aceite de pescado, pueden ser algo eficaces para aliviar los síntomas de la artritis reumatoide. En los estudios revisados, muchos sujetos informaron de que tomar aceite de pescado reducía la rigidez matutina, la hinchazón y el dolor articular y disminuía la necesidad de tomar fármacos antiinflamatorios para controlar estos síntomas.
- El valor nutricional del marisco es especialmente importante durante el desarrollo y crecimiento del feto, así como durante la primera infancia. Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia deben consumir entre 224 y 336 g a la semana de una variedad de productos del mar con bajo contenido en metilmercurio, procurando no superar las necesidades calóricas como parte de una dieta saludable.
- Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia deben limitar la cantidad de atún blanco (bonito del norte) a 150 g por semana como máximo. Tampoco deben comer blanquillo, tiburón, pez espada y carite real, ya que contienen altos niveles de metilmercurio.
- Se está investigando sobre los ácidos grasos omega-3 y las en fermedades del cerebro y los ojos, pero aún no hay pruebas suficientes para concluir ningún efecto de los ácidos grasos omega-3 sobre estas enfermedades. El DHA desempeña un papel importante en la función cerebral y ocular. Por ello, los investigadores están estudiando activamente los posibles beneficios del DHA. Se están estudiando otros ácidos grasos omega-3 en la prevención y el tratamiento de trastornos cerebrales y oculares. Se está investigando más a fondo esta asociación.
Conclusión
En conclusión, incluir productos del mar en la dieta diaria es bueno para la salud. Sin embargo, no se puede afirmar con certeza que los suplementos de ácidos grasos omega-3 sean eficaces. Si estás pensando en utilizar suplementos de ácidos grasos omega-3, es recomendable consultar a un profesional de la salud. Es especialmente importante hablar con un profesional si estás embarazada o en periodo de lactancia, si estás tomando medicamentos que puedan afectar la coagulación de la sangre, si tienes alergia a algún producto del mar o si estás considerando darle a tu hijo un suplemento de ácidos grasos omega-3.