¿Quién no ha experimentado la sensación de estar agotado, literalmente drenado de fuerza y energía? Casi nadie. Todos hemos experimentado en algún momento de nuestra vida períodos de intensa fatiga. Según el sitio web Assurance Maladie (amelie.fr), casi una de cada cuatro personas que visita al médico de cabecera se queja de astenia. Y un 7% de ellas solicita cita principalmente por este motivo.
Sommaire
¿Cuándo se considera que la fatiga es patológica?
La fatiga es un estado normal siempre que aparezca después de una actividad física o intelectual intensa y desaparezca tras el descanso.
Debemos distinguirla de la astenia, que es una fatiga anormal que persiste incluso después del descanso o que no desaparece por completo.
Las personas que la padecen experimentan la desagradable y dolorosa sensación de no poder llevar a cabo sus actividades diarias: sienten un desequilibrio entre lo que creen que son capaces de hacer y las tareas que deben realizar.
Se utilizan otros términos para describir este estado: sensación de cansancio, debilidad, pérdida de fuerza, ineficacia intelectual, agotamiento, falta de resistencia o energía, o incluso sensación de pesadez, de estar «lavado», agotado o «drenado».
Si estos síntomas persisten durante más de seis meses, hablamos entonces de astenia o fatiga crónica.
¿Qué causa la fatiga anormal?
Existen cuatro tipos principales de causas de astenia.
Astenia psicológica
Esta es la forma más común de fatiga. Se manifiesta como cansancio matutino, a menudo asociado con trastornos del sueño o disminución del apetito. A menudo es consecuencia de la depresión, la ansiedad, los trastornos bipolares o los trastornos de la alimentación.
Astenia reactiva
Es temporal y se debe a alteraciones en el estilo de vida: falta de descanso, exceso de trabajo o agotamiento, ejercicio físico intenso, pérdida de masa muscular, desnutrición, etc.
Esta forma de fatiga también puede aparecer durante un período de convalecencia, después de una enfermedad infecciosa, una hospitalización, una cirugía o un parto.
Astenia relacionada con la enfermedad
En este caso, la fatiga es un síntoma de una patología: deficiencia de hierro, enfermedad infecciosa, cáncer, enfermedad renal crónica o insuficiencia cardíaca, entre otras.
Astenia causada por la ingesta de sustancias tóxicas
Se produce como resultado de la ingesta de sustancias tóxicas o medicamentos, como antidepresivos, analgésicos, tabaco, alcohol, narcóticos, intoxicación por plomo, etc.
Tratamientos habituales para combatir la fatiga
Actualmente, los tratamientos farmacológicos más utilizados se centran en el tratamiento del dolor muscular, los trastornos del sueño y los síntomas emocionales.
La terapia cognitivo-conductual, diversas formas de ejercicio y el entrenamiento en habilidades de afrontamiento también son opciones de tratamiento estándar.
Sin embargo, recientemente se ha utilizado ampliamente una variedad de formas de medicina alternativa y complementaria (fitoterapia, nutrición equilibrada, acupuntura, etc.) para tratar la astenia. En particular, el ginseng se está utilizando cada vez más para combatir la fatiga en todo el mundo.
Ginseng: resultados sorprendentes en la lucha contra la fatiga
Basado en la medicina tradicional china, se cree que el uso de ginseng ayuda a restablecer el equilibrio del organismo.
Se cree que el ginseng mejora la calidad de vida, la energía y la vitalidad, especialmente durante los períodos de fatiga o estrés.
Los beneficios del ginseng, descritos por la medicina tradicional china, ahora están respaldados por los resultados de numerosos estudios que comparan la eficacia del ginseng con la de un placebo en la reducción de la fatiga.
Recientemente se publicó una revisión sistemática de la literatura científica1 para evaluar los datos clínicos disponibles. Los autores enumeraron ocho ensayos clínicos de buenacalidad, que incluyeron a un total de 678 pacientes, en los que se comparó la ingesta de ginseng con la del placebo.
Tres de estos estudios, en los que participaron voluntarios sanos a quienes se les pidió que realizaran ejercicio intenso, demostraron que tomar ginseng durante ocho semanas producía una mejor recuperación de la frecuencia cardíaca en comparación con tomar placebo.
En los otros cinco estudios analizados, que incluyeron a pacientes con síndrome de fatiga crónica, se administraron suplementos de ginseng durante uno o dos meses. Todos los resultados de estos cinco ensayos clínicos revelaron la eficacia del ginseng, en comparación con el placebo, en la reducción de la fatiga de los pacientes.
La toma de ginseng produjo una reducción en la gravedad y duración de la fatiga, un aumento del índice de vitalidad de los pacientes y una disminución de los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad.
Además, la tolerancia al ginseng en estos ocho estudios fue excelente y no difirió del placebo.
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¿Cómo actúa el ginseng para reducir la fatiga?
Los científicos han identificado seis posibles mecanismos de acción del ginseng en la fatiga.
- Reducción del estrés oxidativo en nuestras células.
- Aumento de la producción de energía del cuerpo a partir de las reservas de grasa y promoción de la acumulación de reservas de energía en el hígado.
- Retraso en la acumulación de desechos en el cuerpo.
- Mejora de la circulación sanguínea.
- Mejora del funcionamiento de las mitocondrias, que son las «fábricas de energía» de nuestro cuerpo.
- Protección de las células nerviosas y prolongación de su vida útil.
- Mejora de la respuesta a los estímulos del sistema nervioso central.
Según estos datos, los autores de la publicación concluyen que el ginseng puede recomendarse para su uso rutinario en la lucha contra la fatiga.
Y en combinación con un complejo de minerales y vitaminas
La combinación de ginseng con vitaminas y minerales parece ser aún más beneficiosa para combatir la fatiga.
Una revisión de los datos sobre la ingesta de vitaminas y minerales para combatir la fatiga publicó resultados positivos en enero de 20202.
Tras un análisis exhaustivoy preciso, los autores de esta revisión concluyen que «es muy probable que la suplementación con vitaminas y minerales tenga efectos beneficiosos en áreas como la fatiga mental y física, así como en la función cognitiva y psicológica«.
Además, ahora sabemos que la deficiencia de hierro puede ser una posible causa de astenia.
Por lo tanto, compensar las deficiencias o carencias de vitaminas y minerales aumentaría la eficacia del ginseng para reducir los síntomas de la fatiga crónica.
(1) Revisión sistemática clínica y preclínica del Panax ginseng C. A. Mey y sus compuestos para la fatiga Ting-Yu Jin, Pei-Qing Rong, Hai-Yong Liang, Pei-Pei Zhang, Guo-Qing Zheng y Yan Lin Frontiers in Pharmacology 2020 Jul 17;11:1031.
(2) Vitaminas y minerales para la energía, la fatiga y la cognición: Una revisión narrativa de la evidencia bioquímica y clínica Anne-Laure Tardy, Etienne Pouteau, Daniel Marquez, Cansu Yilmaz y Andrew Scholey Nutrients 2020,12, 228