Levadura de Arroz Rojo q10 Colesterol
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Las abuelas del siglo pasado tenían buen olfato y daban a sus nietos una cucharadita de aceite de hígado de bacalao para que crecieran bien. Desde entonces, esta preciada bebida ha demostrado su eficacia y sus beneficios para la salud son numerosos.
El aceite de hígado de bacalao se extrae del hígado del bacalao, que vive principalmente en las aguas frías del Atlántico y el Mar del Norte. Los orígenes de este aceite se remontan a la época de los vikingos, que lo utilizaban como alimento y como medicina para aliviar los dolores articulares y musculares. Los vikingos noruegos solían extraerlo del hígado del bacalao fresco, que colocaban sobre una olla de agua hirviendo hasta que segregaba aceite. Este aceite caía en el agua hirviendo y se extraía por decantación.
No fue hasta el siglo XIX cuando el aceite de hígado de bacalao se popularizó en Francia, ya que la comunidad científica lo declaró antirraquítico. Tras caer en desuso durante el siglo XX, sustituido por tratamientos alopáticos más "serios", ahora vuelve a estar de moda en la era del retorno a la naturaleza.
Como todos los aceites, el aceite de hígado de bacalao es una grasa que contiene un 100% de lípidos. Estos lípidos se distribuyen aproximadamente de la siguiente manera
Rica en ácidos grasos insaturados esenciales y pobre en grasas saturadas, tiene una excelente composición nutricional. En particular, es el alimento más rico en EPA y DHA, más conocidos como omega 3, cuyos beneficios para la salud son bien conocidos.
Además de estos ácidos grasos, el aceite de hígado de bacalao es una excelente fuente de vitaminas liposolubles, en particular vitamina D y vitamina A, ambas esenciales para una buena salud.
La correlación directa entre un consumo elevado de Omega 3 (EPA y DHA) y una menor mortalidad por enfermedades cardiovasculares en personas mayores de 65 años fue demostrada en 2013, por un estudio realizado en la Universidad de Harvard1. Dado que el hígado de bacalao es el alimento con mayor concentración de omega 3, su consumo regular reduce, por tanto, los riesgos cardiovasculares de los pacientes de edad avanzada.
Otro estudio2 demuestra que la suplementación con aceite de hígado de bacalao en pacientes jóvenes y sanos tiene un efecto positivo sobre su presión arterial.
Los ácidos grasos omega 3 contenidos en el aceite de hígado de bacalao -junto con la vitamina A, de la que se sabe que desempeña un papel importante en la visión- confieren al aceite de hígado de bacalao un efecto preventivo sobre los trastornos de la visión, más concretamente sobre la degeneración macular.
El efecto preventivo del omega 3 sobre estas enfermedades ya ha sido demostrado por un estudio realizado en los Países Bajos3.
El DHA es responsable del efecto beneficioso del aceite de hígado de bacalao sobre el desarrollo del cerebro y también sobre la memoria y las funciones cognitivas. Un estudio sueco4 realizado en estudiantes reveló que el consumo regular de aceite de pescado está directamente correlacionado con un mejor éxito académico.
También se sabe que la vitamina D ayuda a prevenir el deterioro cognitivo en las personas mayores, así como la enfermedad de Alzheimer5.
Se ha demostrado que los omega 3 son eficaces en el tratamiento sintomático del dolor articular, como la artritis reumatoide6.
Además del efecto del omega 3, la vitamina D tiene un eficaz efecto antiinflamatorio sobre las articulaciones.
La vitamina D tiene un efecto directo sobre el crecimiento óseo, permitiendo que el calcio y el fósforo se fijen al esqueleto. Incluso se utiliza tradicionalmente para combatir el raquitismo.
El omega 3, por su parte, permite un buen desarrollo del cerebro y de la retina.
Por último, la vitamina A interviene directamente en el crecimiento de los huesos, pero también de los tejidos de varias partes del cuerpo: piel, pulmones, intestinos, córnea, etc.
Así pues, estos tres elementos actúan en sinergia para garantizar un buen crecimiento de los niños pequeños.
Un estudio realizado en Noruega en diciembre de 20067/ examinó el efecto del aceite de hígado de bacalao sobre los síntomas de la depresión y los trastornos del estado de ánimo.
Los resultados de este estudio muestran que las personas que consumen aceite de hígado de bacalao a diario tienen un 30% menos de probabilidades de sufrir depresión.
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El aceite de hígado de bacalao se vende principalmente en forma de cápsulas y a veces en frascos pequeños. Es importante comprobar su fiabilidad, ya que la contaminación marina puede afectar a su composición. Por ello, es preferible utilizar complementos alimenticios certificados por un laboratorio reconocido, como Nutrimea.
La composición de omega-3, vitamina D y A puede variar de un producto a otro, por lo que es esencial consultar la información del envase.
El aceite de hígado de bacalao tiene pocos efectos secundarios siempre que se respeten las dosis prescritas. En raras ocasiones, puede provocar dolores de cabeza o pequeños trastornos digestivos.
Está contraindicado para las personas con alergias graves al pescado.
Se recomienda evitar combinar un tratamiento con aceite de hígado de bacalao con suplementos de vitamina A o D, para no superar las dosis máximas recomendadas.
1. Mozaffarian D, Lemaitre RN, King IB, et al. Ácidos grasos ω-3 de cadena larga fosfolípidos en plasma y mortalidad total y por causas específicas en adultos mayores: un estudio de cohortes. Ann Intern Med. 2013;158(7):515-525. doi:10.7326/0003-4819-158-7-201304020-00003
2. Sanders TA, Vickers M, Haines AP. Effect on blood lipids and haemostasis of a supplement of cod-liver oil, rich in eicosapentaenoic and docosahexaenoic acids, in healthy young men. Clin Sci (Lond). 1981 Sep;61(3):317-24. doi: 10.1042/cs0610317. PMID: 6266735.
3. Ho L, van Leeuwen R, Witteman JC, van Duijn CM, Uitterlinden AG, Hofman A, de Jong PT, Vingerling JR, Klaver CC. La reducción del riesgo genético de la degeneración macular relacionada con la edad con antioxidantes en la dieta, zinc y ácidos grasos ω-3: el estudio de Rotterdam. Arch Ophthalmol. 2011 Jun;129(6):758-66. doi: 10.1001/archophthalmol.2011.141. PMID: 21670343.
4. Kim JL, Winkvist A, Aberg MA, Aberg N, Sundberg R, Torén K, Brisman J. Fish consumption and school grades in Swedish adolescents: a study of the large general population. Acta Paediatr. 2010 Jan;99(1):72-7. doi: 10.1111/j.1651-2227.2009.01545.x. PMID: 19817726.
5. Pogge E. Vitamina D y enfermedad de Alzheimer: ¿existe una relación? Consult Pharm. 2010 Jul;25(7):440-50. doi: 10.4140/TCP.n.2010.440. PMID: 20601349.
6. Goldberg RJ, Katz J. A meta-analysis of the analgesic effects of omega-3 polyunsaturated fatty acid supplementation for inflammatory joint pain. Pain. 2007 May;129(1-2):210-23. doi: 10.1016/j.pain.2007.01.020. Epub 2007 Mar 1. PMID: 17335973.
7. Raeder MB, Steen VM, Vollset SE, Bjelland I. Associations between cod liver oil use and symptoms of depression: the Hordaland Health Study. J Affect Disord. 2007 Aug;101(1-3):245-9. doi: 10.1016/j.jad.2006.11.006. Epub 2006 Dec 19. PMID: 17184843.