Bambú (B. arundinacea)

Esta planta de tallo leñoso de la familia de las gramíneas no sólo es la comida favorita de los pandas gigantes. Ampliamente utilizada en fitoterapia desde hace miles de años, descubramos las numerosas virtudes del bambú...

Origen

El bambú es una caña originaria de la India y China cuyos tallos leñosos pueden medir más de 10 metros. Su crecimiento es especialmente rápido, ¡hasta 30 cm al día! El bambú se encuentra sobre todo en Asia tropical, pero se ha adaptado a muchos climas, de modo que ahora está presente de forma natural en todos los continentes, excepto Europa y la Antártida.

Los brotes de bambú cocidos se comen como verdura, pero el tallo, las raíces, las hojas y la yema se utilizan por sus propiedades medicinales.

La medicina tradicional china e india (ayurvédica) lo utiliza desde hace miles de años recolectando de los nudos y tallos un exudado llamado "bamboosil" en chino o "tabashir" en indio.

Y el bambú tiene más de una cuerda en su arco, ya que además de ser una planta forrajera, ornamental y medicinal, también es ecológica. Tiene la capacidad de fijar un 30% más de C02 que los árboles de madera dura, ¡luchando así activamente contra el efecto invernadero!

Beneficios nutricionales

Los brotes de bambú cocidos son equivalentes a las verduras bajas en azúcar. Sólo por cada 100 g aportan 19 calorías y 3,2 g de hidratos de carbono, lo que los convierte en una verdura baja en calorías. Su alto contenido en potasio y fibra los hace muy digeribles.

El bambú extraído de los tallos de bambú es la mejor fuente conocida de sílice, ¡contiene un 70% de sílice orgánico! Es de este sílice de donde el exudado de bambú obtiene la gran mayoría de sus propiedades medicinales.

El bambú contiene también vitaminas C, B1, B2 y A, así como flavonoides y polifenoles con propiedades antioxidantes.

Beneficios y virtudes

El sílice contenido en el bambú interviene en la constitución de cartílagos, huesos, uñas, cabello y piel. El contenido en sílice del organismo está estrechamente relacionado con el envejecimiento y disminuye con la edad. Por ello, un tratamiento a base de extracto de bambú es eficaz por varias razones.

Reconstrucción del cartílago

El sílice estimula la síntesis de colágeno, que abunda en los huesos y el tejido conjuntivo, facilita la reconstrucción del cartílago remineralizándolo y tiene un fuerte efecto antiinflamatorio. El bambú se utiliza por tanto para tratar todas las dolencias osteoarticulares, en particular la desmineralización, la osteoporosis, los dolores de espalda, las tendinitis y las molestias articulares.

Fortalecer las uñas y el cabello debilitados y quebradizos

El sílice nutre y reestructura toda la fanera. Los cabellos muy secos y dañados, así como las uñas quebradizas y frágiles, se verán reforzados por una cura de bambú, que también tendrá la capacidad de aumentar la velocidad de crecimiento del cabello y de las uñas y de mantener el equilibrio hídrico del cuero cabelludo.

Combatir el envejecimiento prematuro de la piel y las articulaciones

Al estimular la síntesis de colágeno, el sílice contenido en el extracto de bambú frena los efectos del envejecimiento, ya sea en la piel (flacidez cutánea, arrugas) o en los huesos (artrosis, osteoporosis, etc.). Los antioxidantes (polifenoles y flavonoides) contenidos en el bambú potencian esta acción antienvejecimiento luchando contra los efectos nocivos del estrés oxidativo.

También te encantarán estos ingredientes para unos huesos y una piel sanos:

• Sílice (presente en el bambú): Fortalece los huesos y el tejido conjuntivo.
• Colágeno: Favorece la elasticidad de la piel.
• Ácido hialurónico: Hidrata la piel en profundidad.
• Vitamina C: Necesaria para la producción de colágeno.
• Vitamina D: Favorece la absorción del calcio para unos huesos fuertes.

Posología

El bambú se dosifica de forma diferente según su forma galénica.

En fitoterapia, el bambú se utiliza más a menudo por vía interna en forma de cápsulas, extractos, aceite o infusión. Las cápsulas suelen dosificarse en torno a los 100 mg de principio activo que deben tomarse una o dos veces al día.

Como extracto fluido, se recomienda una cucharadita diluida en un vaso de agua tres veces al día.

Como infusión, se pone una cucharadita de hojas de bambú en una taza de agua hirviendo a fuego lento.

Más raramente, el exudado de bambú puede utilizarse externamente como cataplasma, mezclado con arcilla verde, y masajearse suavemente directamente en la zona a tratar.

Efectos secundarios y contraindicaciones

Hasta la fecha, no se han descrito efectos secundarios ni contraindicaciones tras el uso del bambú, que parece ser inocuo para el organismo. Sin embargo, no se recomienda su uso en mujeres embarazadas o en período de lactancia sin consejo médico, como ocurre con la gran mayoría de los complementos alimenticios.