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Cardo mariano
Desde su apodo de "alcachofa silvestre", el cardo mariano (silybum marianum) es una planta medicinal extremadamente eficaz utilizada desde la Antigüedad para tratar los problemas hepáticos. Fíjese en esta planta tan espinosa como beneficiosa...
Origen
El cardo crece en regiones cálidas, secas y soleadas, y le gustan los suelos ácidos. También se encuentra en el sur de Europa, norte de África, oeste de Asia y Australia.
Esta planta bienal de aspecto robusto, que suele superar el metro de altura, tiene hojas blancas jaspeadas, flores púrpuras y grandes capítulos con brácteas espinosas.
Debe su nombre latino, sylibum marianum, a la Virgen María (marianum), de quien se dice que amamantó por primera vez al niño Jesús bajo un cardo (silybum) para escapar de Herodes. Unas gotas de su leche cayeron entonces sobre las hojas, lo que dio origen a sus características venas blancas.
En la antigüedad, los griegos lo utilizaban para tratar los trastornos del hígado y la vesícula biliar. Plinio el Viejo recomendaba beber el zumo de la planta mezclado con miel para eliminar el exceso de bilis.
En la Edad Media, se decía que el cardo mariano podía ahuyentar la melancolía, también conocida como "bilis negra", que se asociaba a diversas enfermedades de origen hepático o relacionadas con el hígado.
Más tarde, en el siglo XIX, se utilizó para tratar ciertos trastornos menstruales, así como las varices y la congestión de la vesícula biliar y los riñones.
Principios activos
La silimarina, un flavonoide complejo compuesto por tres sustancias activas (silicristina, silibina y silidianina), es la fuente de las cualidades medicinales del cardo mariano. Al hacer impermeables las membranas del hígado a las toxinas absorbidas -desde venenos a drogas, pasando por el alcohol-, confiere en gran medida a la planta sus virtudes hepatoprotectoras.
Esta silimarina, aislada en 1968, está presente en toda la planta, pero aún más en las semillas maduras.
El cardo mariano también es muy rico en flavonolignanos y flavonoides, antioxidantes muy eficaces para combatir el estrés oxidativo neutralizando los radicales libres.
Por último, las semillas de cardo son ricas en lípidos (principalmente ácido oleico) y fitoesteroles.
Beneficios y virtudes
Como puede verse, el cardo mariano es para el hígado lo que el calcio para los huesos. Por ello, se recomienda para prevenir o tratar todas las enfermedades hepáticas.
Reparación de las células hepáticas
La acción de la silimarina aceleraría la regeneración de los tejidos dañados en caso de hepatitis vírica B o C o de cirrosis alcohólica. En 1989, la Comisión Europea aprobó el uso de un extracto estandarizado de silimarina al 70% para tratar la intoxicación hepática.
En 2010, un equipo del Inserm de Créteil, especializado en enfermedades hepáticas, publicó un estudio in vitro1 que demostraba que los extractos de cardo mariano inhibían el ARN polimerasa de la hepatitis C.
Tratamiento de la dispepsia
La dispepsia es un conjunto de trastornos digestivos relacionados más o menos directamente con trastornos funcionales del sistema hepatobiliar. Tan frecuentes como incapacitantes, pueden tratarse eficazmente con cardo mariano. La Comisión E y la Organización Mundial de la Salud (OMS) también reconocen su eficacia en el tratamiento de la dispepsia.
Aumento de la secreción biliar
El cardo mariano favorece la solubilidad de la bilis y su flujo e impide la formación de coágulos en la vesícula biliar. Por ello, se utiliza a menudo para prevenir los cálculos biliares o la insuficiencia biliar.
Contra el cáncer
Los investigadores han estudiado repetidamente los efectos del cardo mariano sobre el cáncer y su tratamiento. Se dice que la silimarina protege las células hepáticas durante la quimioterapia, un tratamiento conocido por su agresividad para el hígado.
También se han realizado varios estudios2 sobre el efecto preventivo de la silimarina en determinados cánceres (próstata, piel, colorrectal, etc.), así como sobre su utilidad para mejorar la eficacia de los tratamientos destinados a frenar el crecimiento tumoral.
Regulación de la diabetes
Algunos estudios tienden a demostrar el efecto positivo de la silimarina sobre la diabetes de tipo 2. Uno de ellos3 se llevó a cabo en unos 60 pacientes que padecían diabetes de tipo 2 tratados durante 3 meses con un extracto estandarizado de cardo mariano. Demostró una mejora del control de la glucemia y una reducción del colesterol sanguíneo.
También te encantarán estos ingredientes para la desintoxicación y la protección del hígado:
- Alcachofa (Cynara scolymus): Estimula la función biliar y favorece la digestión.
- Desmodium: Protege el hígado y ayuda a regenerar las células hepáticas.
- Rábano negro: Ayuda a eliminar las toxinas del hígado.
- Cúrcuma (Curcuma longa): Tiene propiedades antiinflamatorias que benefician al hígado.
- Boldo (Peumus boldus): Favorece la digestión y la función hepática.
Posología
Para el tratamiento de la dispepsia, las semillas secas de cardo mariano pueden utilizarse en decocción. Se recomienda tomar de 12 a 15 g de semillas secas al día en dos o tres tomas, que se beberán 30 minutos antes de cada comida. La tintura madre también puede utilizarse a razón de 1 a 2 ml 1/2 hora antes de cada comida.
Para las enfermedades hepáticas, es preferible elegir extractos estandarizados con un contenido de silimarina del 70 al 80%. Se aconseja entonces tomar entre 140 y 210 mg repartidos en 3 tomas al día. Los comprimidos se dosifican generalmente a 70 mg.
En caso de tratamiento de quimioterapia, las dosis prescritas son más elevadas y llegan hasta 400 mg al día en tres tomas, que deben iniciarse dos semanas antes del comienzo de los ciclos de tratamiento.
Efectos secundarios y contraindicaciones
Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia deben evitar tomar cardo mariano, a falta de datos suficientes al respecto.
El cardo mariano es una planta alergénica. Las personas alérgicas o sensibles a ciertas plantas como la margarita, el áster o la manzanilla deben evitar tomar cardo mariano.
En muy raras ocasiones, la suplementación con cardo mariano puede provocar trastornos gastrointestinales leves, como náuseas o diarrea.
Referencia
1. Ahmed-Belkacem, A., Ahnou, N., Barbotte, L. et al. Silibinin and related compounds are direct inhibitors of hepatitis C virus RNA-dependent RNA polymerase. Gastroenterology. 2010; 138: 1112-1122.
2. Ramasamy K, Agarwal R (2008) Multitargeted therapy of cancer by silymarin. Cancer Lett. 269 (2), 352-362
3. Velussi, M., et al, Long-term (12 months) treatment with an anti-oxidant drug (silymarin) is effective on hyperinsulinemia, exogenous insulin need and malondialdehyde levels in cirrhotic diabetic patients. J Hepatol, 1997. 26(4): p. 871-9.
